La huelga de metro ha provocado un gran caos urbano. Las justas reivindicaciones de los huelguistas han dejado sin servicio a sus clientes habituales. Los que pagan por los viajes de cada dia y por tanto quienes pagan salarios e ingresos de ejecutivos de su administración.
El servicio de Metro tiene dos grandes actores. Los trabajadores que lo prestan y sus clientes que lo usan. Hay un tercer actor, la administración que cara a los usuarios es visto en el grupo de prestatarios del servicio y cara a los trabajadores es visto como Patronal.
Esta diferencia de visión se da solo porque quien decide como se organiza todo, las condiciones de los salarios, y las condiciones del servicio es la administración.
Nos quejamos de que hoy no hay metro, pero no nos quejamos de que este tenga una seperestructura administrativa enorme en la que se cumple eso tan desgraciadamente habitual de 2 jefes/1 trabajador. No es necesaria semejante estructura para que funcione un servicio tan altamente tecnologizado. Sin duda se puede reducir por no decir de otros gastos generados por esta estructura como campañas de publicidad y dispositivos electrónico adhoc que no traerán nunca mas viajeros porque Metro ya los tiene todos, es monopolista.
Ahora que hay huelga, que una diferencia interna se resuelve no dentro de la empresa sino fuera en formato huelga quizas sea el momento de recionsiderar todo el conjunto Administración – trabajadores – Usuarios.
Para empezar hay que hacerlo entre los actores principales, los que estarán siempre, trabajadores y usuarios y hacerlo para hablar del servicio y de como se presta y como se paga. De esa conversación obtendremos el nivel de administración necesario.
Se ha echando en falta el diálogo en esta huelga, es el momento para empezar. Quizas para conflictos internos necesitemos el arbitrio de l@s usuari@s, y para coneguirlo puedan ayudar algunos giros en el tipo de protesta, como servicio gratuito, o mejor aún 100% de servicio y recaudación a repartir por partes iguales entre todos los trabajadores durante la movilización.
Este blog apoya y ha apoyado la huelga pero es el momento de ver mas amplio para corregir de una vez este distanciamiento. ¿No es la crisis problema de tod@s? ¡Empecemos!
Pues lo siento, yo todo aquello que sea destruir y dañar a una gran mayoría, como ha sido el caso de esta huelga, con prácticas que pudieron servir hace 100 años pero hoy en día lo único que hacen es perjudicar a quienes menos culpa tienen y tenemos, no sólo no la apoyo sino que me hace reflexionar sobre quienes la apoyan.
Si queremos transformar la sociedad y vamos a utilizar las mismas armas de acoso y derribo con vencedores y perdedores, vamos mal.
Saludos y buen inicio de semana.
La administración, que es la única que tiene hoy por hoy contratos firmados ha decidido no cumplirlos unilateralmente sabiendo que su acción perjudicaría a los ususarios porque fue avisada con suficiente tiempo de la convocatoria de huelga. Desde entonces hasta hoy no solo no ha intentado encontrar acuerdos sino que ha provocado la situación calentandola con medidas de corte franquista.
Sorprende que quien toma la primera decisión no tenga ninguna responsabilidad y solo la tengan quienes se defienden aunque no sean las mejores medidas.
Y tambien sorprende que rechacemos el recorte de salarios y derechos como medidas para salir de la crisis y pasemos por alto el despilfarro adminisitrativo y la macrocefalia de su estructura.
Es muy facil recortar a los de siempre para que no se fijen en como tiras el dinero y mas facil aun agitar para provocar enfrentamientos con los que estan excluidos de cualquier decisión.
Afortunadamente esta vez esta saliendo mal. Cada vez son mas colectivos sociales los que se solidarizan con la huelga, quizas se pueda empezar a hablar de acuerdos entre usuarios y trabajadores, estos vendrían a corregir este desastroso descuadre entre quien paga, quien presta el servicio y quien decide.
Los que deciden son la minoría social que se beneficia de quienes pagan y de quienes prestan el servicio y al mismo tiempo quienes derrochan y agitan a la prensa gracias al control que ejercen sobre ella, son los responsables del daño que se causa a los usuarios, ellos lo provocaron sabiendolo.
Por el bien de usuarios y trabajadores hay que situar las cosas en su sitio, eso evitará nuevas huelgas de este tipo.
Las medidas que se proponen favorecen ambas. Hubiera agradecido un comentario sobre ellas y especialmente sobre el principio que las anima que son el tema central del post.
Hola Jivag:
Lamento no poder entrar el meollo de la cuestión, en la línea que propones, porque no soy una entendida en el tema. Si me lo permites voy a aportar, como idealista, mi granito de arena, aunque, quizá, me salga del tema. (También pido disculpas por no utilizar la terminología que merece el tema, pero la desconozco e intentaré expresarme lo más claramente que pueda).
Yo apoyo la huelga, más que nada porque deseo que este sistema de impunidad de los poderosos (esto si que es anacrónico) reviente de una vez.
Como funcionaria a la que afecta el recorte salarial, me revuelvo contra las informaciones que afirman que los que más ganan son los más afectados por el recorte, es decir los cargos más altos. Pero esto no es verdad, pues ellos perciben otros ingresos, además del sueldo base y sus complementos, que NO ESTÁN SUJETOS A REDUCCIÓN; me refiero concretamente a LA PRODUCTIVIDAD por ir MEDIA HORA a la oficina, por las tardes, de lunes a jueves: se embolsan una pasta (incluso en vacaciones que no van), que les incrementa el sueldo, y no se les quita un euro. INJUSTO, E INSOLIDARIO. Y no hablemos de sus dietas…
Por otro lado, me parece una engañifa para con los ciudadanos que tengamos ciertos derechos (como el derecho de huelga, por, ejemplo, que es la forma más rápida para que un gobierno reaccione) pero que se pueda castigar el ejercicio de tales derechos. Me pregunto, ¿cómo puede ser punible el ejercico de un derecho reconocido por la ley? Esto es extensible a otros muchos ámbitos de los derechos de los ciudadanos que el gobierno se pasa por el forro.
Me sorprende e indigna que las leyes, en general, sean de lenta evolución respecto a los intereses sociales, que no se adapten a una realidad que evoluciona constantemente; no obstante, cuando a esa minoría priviligiada le interesa improvisa leyes con toda rapidez, leyes que afectan a colectivos muy grandes o a toda la ciudadanía.
Y mientras los poderosos evitan cumplir la ley, a los ciudadanos se nos aplica ésta con todo su rigor y bajo sus interpretaciones.
Por otro lado más, la polaridad política convierte nuestros derechos en un arma arrojadiza (la utilizan únicamente para desprestigiarse mutuamente y ganar votos) que produce una distorsión de la realidad brutal, y sólo perjudica al conjunto de los ciudadanos; en esta huelga, ésto que digo creo se ve con toda claridad.
Bueno, pues más o menos esto es todo.
Me vuelvo al estado de naturaleza de Locke 😉
Un abrazo desde la Enter.