La representación según marcadores sociales

Hace casi dos años, cuando estalló la crisis económica, los dirigentes políticos de las economías mas influyentes del mundo cuestionaron abiertamente la organización del sistema económico mundial, exigieron cambios en profundidad y abrieron en sus discursos la puerta a un cambio global del sistema. Hoy podemos comprobar que su discurso sirvió solo para justificar inmensas inyecciones de recursos públicos en el sistema financiero causante de la crisis para exigirnos hoy a la población en general que paguemos el agujero que esto causó en la deuda pública. Los políticos que mintieron entonces son los que ahora aprueban durísimos planes de austeridad. Volvemos a la rutina de siempre, el sistema capitalista y las instituciones políticas contra la humanidad.

Entonces ya estaba en crisis la credibilidad política, hoy lo está mucho mas. Muchos nos preguntamos si podemos encontrar en la red de redes soluciones alternativas que no nos obliguen a confiar en una clase política e instituciones que sistemáticamente actuan contra los ciudadanos. Buscamos soluciones que devuelvan la soberanía a l@s ciudadan@s. En Internet se están produciendo nuevos fenómenos sociales, incluso nacen partidos cuyo origen y fuerza reside en los recursos sociales de la red.

Aún es pronto para saber si son alternativas reales o experimentos necesarios en nuestro aprendizaje colectivo.

Quizás lo que se expone a continuación sea uno mas de estos experimentos. Espero solo que ayude a reflexionar sobre esta clase de soluciones y si gusta probemos a mejorarlo y quizás usarlo.

Individualidad, Prestigio y Redes Sociales

Internet ha despertado nuestros valores sociales reanimando cualidades que nos caracterizan como humanos como la compartición de recursos, ideas, aficiones, amistades. También está facilitado el acceso a la cultura a millones de personas que no pueden pagar los soportes en los que basa su negocio la industria de distribución. Es también la base de la nueva creación. Creación tecnológica, como el software libre creado en red colaborativamente con fuentes abiertas, creación cultural, gracias al fenómeno bloguer que permite escribir y difundir a cualquiera que lo desee sin necesitar conocimientos especiales, creación artística de imagen, diseño, música, vídeo de profesionales o aficionados. Millones de personas que no podían participar en la generación de contenidos lo están haciendo ahora gracias a esta revolución tecnológica

La interrelación de unos y otros han fomentado el crecimiento en la red de las redes sociales que ya agrupan a 1000 millones de personas permitiendo que se produzcan relaciones sociales imposibilitadas antes por la distancia o marcos cturales restringidos a lo nacional. Gracias a las redes sociales se han producido movimientos de solidaridad mundial con los recientes terremotos de Haiti y Chile en los que han participado millones de personas desinteresadamente. Las redes sociales están contribuyendo a crear conciencia y valores sociales. Es conocido el fenómeno de agrupación de personas en Facebook alrededor de grupos que defienden una idea o la discusión/valoración de contenidos temáticos con hastags en Twitter.

Internet ha puesto en nuestras manos la posibilidad de elegir la información que nos interesa y filtrar los contenidos según nuestras preferencias. Los medios de comunicación «cerrados» como la prensa escrita o la televisión están sufriendo el crecimiento exponencial de esta forma de informarse y seleccionar qué es lo que nos interesa. En España estamos ya mas horas en Internet que ante la televisión y la información en papel ha dejado de ser la fuente escrita de referencia en la información. Antes eramos receptores de información, ahora contribuimos a crearla, a seleccionarla, la comentamos directamente donde se publica, los compartimos en diferentes redes sociales, los clasificamos en Digg, Dellicious, Twitter, facebook, Google Reader y decenas de sitios donde podemos valorarlos ante l@s demás.

Las propias páginas web y blogs se están modificando siguiendo la estela de las influencias sociales, se modifican para conseguir el retorno de los lectores, se tienen en cuenta los contenidos mas leidos para generar nuevos, se integra casi siempre los comentarios y otros recursos de valoración social como marcadores para compartir en diferentes redes sociales.

Los autores que están consiguiendo un mayor grado de aceptación y compartición de sus contenidos disponen de páginas web perfectamente ajustadas al uso social consiguiendo altísimas cuotas de aceptación que los convierten en referencia, lectura obligada y fuente para el futuro, son los llamados en ocasiones «gurús de  internet» que en el actual movimiento de Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet” han podido actuar como si fueran representantes sin serlo, incluso se les ha llamado directamente «no-representantes». Cualquiera de ellos sabe que en el momento que deje de responder y actuar como lo ha hecho hasta ahora, o cambie sus objetivos o discurso, automáticamente caerá su valoración, perderá sus lectores y pasará a la historia como un referente que se perdió o degradó hasta desaparcer.

Igual que estos autores han cambiado y no son mas los autores lejanos, de la academia, del pedestal… también estamos cambiando nosotros. Ya no aceptamos la información tal cual se nos transmite, buscamos fuentes alternativas y si no encontramos lo que buscamos hasta podemos crearlo nosotros mismos. El propio prestigio individual ha cambiado para incorporar elementos sociales, no hablamos del «gurú» sino de las personas sin tanto referente. Nos preocupamos mas de nuestro perfil en Facebook, LinkedIn o Twitter que de nuestro Curriculum Vitae, nuestra información personal está en la red y es también un objeto social.

¿Algo raro?, somos seres sociales y por tanto nuestra propia individualidad es resultado de nuestra interacción social y no solo el resultado de nuestra acción individual. Quienes ya se han percatado usan la red para cambiarse, se releen y releen los comentarios a sus escritos teniendo la oportunidad de modificar su discurso o especializar sus contenidos.

Las relaciones económicas en la red están modificando también el concepto de negocio. Ya no hay un «mostrador» entre clientes y proveedores, pasamos como clientes a visitar y opinar del proceso productivo y los proveedores entran en el espacio interno de nuestras casas y negocios implicándose en nuestros objetivos. De esa nueva interacción nace una incipiente economía, marginal aún en el conjunto del sistema económico y cuya futura evolución no podemos predecir.

El cambio tecnológico y la «Clase política»

Todos estos cambios económicos, individuales, sociales, culturales afectan no solo a los medios de comunicación, están afectando las fuentes en las que se apoya el poder. Los grandes partidos usan la ideología como una forma de justificar su política, su acceso y control de los medios les permitía mantener la imagen que quieren se perciba de ellos mismos.

Hoy estos medios no pueden controlar mas la información sobre los partidos, los diputados, los alcaldes… Lo que dicen los blogs, lo que se dice en las redes sociales o en los comentarios de millones de sitios, es totalmente incontrolable y por ello es cada vez mas incontrolable lo que pensamos de ellos.

La clase política está respondiendo a su creciente desprestigio con herramientas equivocadas, usan el márqueting y el diseño de imagen para contrarestar el desprestigo… pero no estan en las redes, donde se habla de ellos, de sus acciones, de sus corrupciones. Dado que hay mucho material para que la clase política se desprestigie y la crisis ha agudizado nuestro ojo crítico es cada vez mas dificil revertir la curva de valoración negativa que sobre ella tenemos.

Las recientes declaraciones de bienes de algunos diputados, confeccionadas con las herramientas mediáticas de siempre, no han conseguido sino despertar la burla e hilaridad ante la evidente mentira. Como consecuencia hablamos coloquialmente del desprestigio de la clase política, hemos asumido socialmente que los políticos tienden a ser corruptos, tienden a mentir y no son nada confiables y por tanto les diferenciamos de nosotros llamándoles «clase».

¿Entonces porqué les votamos? si no confiamos en ellos, si no nos fiamos de las instituciones que ellos manejan. Simplemente porque tal como es nuestra sociedad necesitamos representantes, gestores, expertos en los campos de relevancia social. ¿Pero realmente tenemos que seguir delegando en ellos?.

Es muy oportuno hacernos esta pregunta porque las condiciones materiales que llevaron a la humanidad a elegir el sistema de la representación, las comunicaciones, el nivel de conocimiento y especialización social no son hoy las mismas condiciones. En las redes tenemos recursos para la  selección de materias de interés y selección de autores con respaldo social. Ya estamos respaldando a personas y contenidos de una forma más flexible, teniendo la posibilidad de influir mas que en las instituciones y en la que cualquiera puede ser tan candidato como autor.

Si podemos modificar las relaciones económicas y sociales a relaciones en red, mas horizontales, ¿porque no podemos hacer igual en el plano de la representación político-social?.

Marcadores sociales para la representación social

Existen ya experiencias de valoración social de proyectos que pueden ser seleccionados y votados por la comunidad afectada con un clik de ratón en una aplicación web. Si la administración se está digitalizando pasando a entornos web ¿qué dificultad hay para que decidamos los presupuestos nosotros y no el parlamento?

En la enseñanza, en la sanidad, en tantos recursos financiados por nuestros impuestos.. ¿porqué dejamos que decidan gobiernos y parlamentos y no decidimos nosotros?. No hay ninguna dificultad técnica para que esas decisiones pasen a nuestras manos, la única es que la clase política quiere seguir ahi quieren ser necesaria, quieren sus privilegios y las ventajas nunca declaradas que engrosan sus cuentas bancarias en «formato B».

Probablemente quede aún una necesidad de delegación en especialistas, los que hacen informes cualificados, los que escriben normas, los que saben concentrar en sus textos las valoraciones sociales mas relevantes… No hay problema, les estamos eligiendo todos los dias «en corto» son nuestros gurus en internet, los nobeles de física… personas que gracias a las redes sociales mantienen su prestigio fresco y retroalimentado por la propia sociedad porque es ella mediante marcadores sociales, comentarios, compartición de enlaces etc la que hace su prestigo como un hecho social y no una fabricación de laboratorios de marqueting o escuelas de dicción o imagen.

En la red tenemos muchos recursos de selección para valorar ideas, proyectos, contenidos… Con la generalización de perfiles en las redes sociales y su uso como identificación o el uso de identificadores de tipo OpenID o los certificados personales estamos muy cerca de poder tener en forma explícita un sistema de marcadores sociales para la representación, para la selección en cualquier momento de las personas que van a hacer tal o cual tarea para grupos sociales, ya sean de barrio, municipales, autonómicos o por especialización (medicina, comunicaciones…).

Pocos dias atrás los participantes del movimiento.. teníamos un candidato a ministro de cultura, Eduard Punset. Si este sistema de selección social para tareas sociales existiera y Punset aceptara, hoy sería ministro por el alto consenso social que tiene para esta tarea, pero mañana, sin esperar a elecciones ni parlamentos, podríamos relevarle con solo un clik de ratón realizable desde miles de sitios web diferente, distribuido igual que estan distribuidos otros marcadores sociales.

¿Como podrían funcionar?

Cualquiera puede realizar tareas sociales, la única condición es ser socialmente aceptado para ello, por tanto tod@s l@s ciudadan@s debemos estar incluidos en un sistema que nos lo permita; estar en el debe ser lo mismo que formar parte de la sociedad, un hecho natural reflejado en formato electrónico para la gestión de datos.

Ya existen bases de datos que nos incluyen a tod@s aunque han sido diseñadas para otros fines. Sin duda necesitaremos una en la que cada ciudadan@ tenga su propio registro. Nuestros conocimientos, ámbitos geográficos, especializaciones, deben formar parte del sistema de respaldo social de forma que nuestro clik vaya acompañado de etiquetas, Madrid, Sanidad, economía… que nos permitan clasificarlo.

Una base de datos con muy pocos campos, distribuida geográficamente, igual que otros grandes servicios de Internet contabilizaría los indices de aceptación social. Sería alimentada desde cualquier página donde hubiera un marcador social de nuestro perfil, junto a cada entrada personal, ya sea en un blog, una página especializada, en cualquier red social. Dispondríamos de marcadores de personalidad social con sus etiquetas para hacer clik con la misma facilidad que hacemos clik en un artículo en Menéame o en el Rankig Digital de Nación Red.

Cada persona debe tener la posibilidad de aceptar o rechazar propuestas sociales, así como respaldar a otras. Necesitaremos una llave de uso exclusivo y personal, como los certificados que usamos en sitio públicos (Hacienda p. ej.), que a modo de huella digital, manejable por un navegador, nos permita hacer click para apoyar o rechazar el perfil de una persona caracterizado por sus etiquetas. Esta llave personal nos permitiría también acceder a nuestro propio registro de respaldo social en la base de datos de marcadores sociales para modificar, agregar o retirar etiquetas de nuestro perfil o cambiar los datos de contacto.

Por ultimo es necesario la definición por la sociedad de esas tareas con valor social para la comunidad. Podemos imaginar las funciones que realizan parlamentos, ayuntamientos etc, para a continuación desglosarlas servicio por servicio. Para cada tarea, una vez definido el número de personas necesarias, solo habría que realizar una consulta con las etiquetas adecuadas obteniendo así una lista de personas que quizás la semana que viene haya cambiado, simplemente porque otras personas reunen en ese momento un mayor consenso social.

Nuevas ventajas

– Descentralizar y simplificar esas funciones haciéndolas mas sencillas, transparentes y económicas, pasando algunas a ser totalmente prescidibles.
– Las personas mas cualificadas y capaces serán seleccionadas para tareas sociales desapareciendo l@s aprovechados que ven en la carrera política una forma de hacer una fortuna personal que por sus capacidades nunca conseguirían.
– La corrupción sería extremadamente difícil por la renovación constante de las personas que hacen estas tareas.
– No harían falta procesos electorales, la renovación sería constante.
– Podríamos remover de forma sencilla a las personas que defraudaran la confianza social a golpe de clik de ratón.
– La burocracia institucional se reduciría drásticamente.
– No habría información privilegiada ni posición privilegiada de quienes hicieran estas funciones.
– Todos los elementos que ahora nos animan a usar el término «clase» para hablar de los políticos desaparecerían.
– Las tareas sociales que asumen hoy los políticos serían asumidas por la sociedad.
– Tendríamos no-representantes para una organización social a la que habría que llamar no-estado si hiciera falta un nombre.
– los partidos políticos dejarían de ser fuerzas institucionales para ser fuerzas de opinión o referencias ideológicas

La forma técnica de implementación de marcadores sociales para la representación puede no ser la expuesta, en ella pesan mas los conceptos que los detalles técnicos, para los que existen recursos técnicos en los que apoyarse. Su uso generalizado depende sobre todo de su aceptación social mas que de los aspectos técnicos, aunque supone que el acceso a Internet sea garantizado a tod@s l@s ciudadan@s como derecho universal.

El movimiento de Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en internet” se ha encontrado en la necesidad de usar «no-representantes» sin haber definido ni quien ni como en el articulo Manifiesto, representados, representantes y marcadores sociales ya expuse una forma de empezar a usar marcadores sociales, esta y otras ocasiones nos ayudarán a definir mejor este sistema y sobre todo a extender su uso y una cultura política de la representación donde la clave decisoria esté en manos de l@s ciudadan@s.

Este texto está en desarrollo, tendrá mas cambios, tod@s formamos parte del asunto que se trata. Tus comentarios ayudarán a una mejor definición contribuyendo a la tormenta de ideas necesaria sobre nuestros actuales y futuros sistemas de representación/delegación.

Si crees que sería útil tener un sistema de marcadores sociales para la selección de personas puedes colaborar compartiendo o difundiendo este artículo.

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