Dictadura y piquetes de huelga

Este fin de semana la policía ha practicado en Madrid  «detenciones preventivas» amenazas y acciones criminales de todo tipo que vulnerando derechos elementales que pretenden solo amedrentar ante el próximo 25-S.

El gobierno criminaliuza las protestas y realiza acciones punitivas para reforzar la imagen que el mismo ha creado de la protesta contra sus acciones antisociales y antidemocráticas.

Es el marco de la dictadura el que se está fortaleciendo, el que se lleva ejerciendo contra derecho al ser elegido con un programa y aplicar otro.

De igual forma está actuando en cada conflicto como el que hoy había en Renfe, una huelga de 24 horas contra la privatización violando el gobierno el derecho mediante servicios mínimos que en algunas franjas horarias llegaban al 100% y una media diaria del 70%.

Hoy los piquetes en las vías y andenes llevaban casco antidisturbios, de allí han echado fácilmente y sin resistencia a quienes se habían congregado como piquetes. Entre ellos y los servicios mínimos no ha habido huelga.

Quizás piensen algunos piqueteros que si ha habido huelga porque no han dejado entrar a las oficinas a los trabajadores que no teníamos servicios mínimos. Sin duda a la empresa no le interesamos ni para la privatización ni para la huelga, preferiría nos pagarnos hoy y aumentar así la productividad. De eso se han encargado los piquetes.

Decía un sindicalista «estamos informando»… estábamos sobradamente informados aunque quienes impedían el paso no lo estuvieran tanto porque ni era su puesto de trabajo ni la Renfe su empresa.

Repetían lo de siempre como si el mundo sindical y social no hubiera cambiado, como si la presión fuera un elemento de la negociación cuando el plan del gobierno está creado para ignorarla por completo.. El gobierno no va a negociar de la misma forma que tampoco responde ante los ciudadanos, su actitud es la del dictador.

El reto de retirar sus medidas adquiere la misma escala que el de retirar sus decisiones antidemocráticas. Nos sirven medidas diseñadas para otra época, debemos estudiar otras.

La huelga por negociación da crédito a una opción falsa, que presionando se podrá conseguir un ERE menos lesivo que el que saldría de una aplicación directa de la reforma laboral. Las presiones al gobierno le dan igual, para eso tiene sus piquetes armados, dispuestos a violar la legalidad aunque la constitución reconozca el derecho de huelga, ya sabemos de que valen unos derechos sin garantías, lo mismo que el derecho a la vivienda violado a diario por piquetes policiales armados de resoluciones de los juzgados.

La huelgas tal como vienen siendo, no servirán de nada fundamentalmente porque su diseño corresponde a otro momento en el que pudieran haber grarantias que hoy no existen. Tampoco servirá porque no nos ayuda a dialogar con la sociedad sobre el futuro del ferrocarril, a quien informamos es al que ya se lo sabe y le informamos a empujones e insultos.

Antes el piquete servía para convencer a una minoría cuando los demás estaban en huelga. La decisión se había tomado en una asamblea decisoria.

Hoy las asambleas son informativas, ya se decidió en los despachos de los sindicatos, si la medida no convence por ineficaz para esos están los piquetes que sin cascos hacen el mismo papel que aquellos que piqueteaban hoy vias y andenes.

Ganaríamos mucho mas dedicando ti8empo a encontrar alternativas como la Cooperativa Ferroviaria, si negociaram0os con la sociedad medidas que garanticen la propiedad social de los ferrocarriles, que garanticen los puestos de trabajo y que nos ayuden a librarnos a estos gestores que trabajan contra la sociedad volviendo a los métodos de la dictadura.

Hoy no he hecho huelga, pero el piquete se ha encargado de que me descuenten el salario. La próxima asamblea volverá a ser informativa, mientras se distribuirán otra vez los servicios mínimos.

¿Qué hemos avanzado?       ¡Nada.!

 

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