Hoy tuvimos un interesante intercambio de Twitts a cerca de la desastrosa situación económica indignados por la escandalosa pensión de Mª Teresa Fernandez de la Vega va a cobrar, 11803 € mensuales cuando sabemos quieren recortar las pensiones; y la indemnización, por cese en el cargo, de 58.789 € , cuando acaban de abaratar a costes irrisorios el despido laboral con su reforma.
Pero esta indignación sive a quienes supuestamente nos representan para obtener de ellos simplemente oidos sordos, como están haciendo con las quejas que enviamos por email sobre la disposición adicional de la Ley de Economía Sostenible, la conocida Ley Sinde para la «patada en la web«, llaman a nuestras quejas «spam«.
El rechazo social sin embargo anda disperso y sin una ideología de referencia capaz de aguparlo y representarlo como rechazo político objetivo, y no pataleo, abstención, voto de castigo etc. Porque estamos en crisis y no es suficiente rechazar, hace falta construir.
Las redes sociales nos permiten superar esta dispersión. Nos permiten intercambiar opiniones con adversarios ideológicos o encontrar solidaridades, ayudas o nuevas ideas surgidas de la compartición.
¿Porqué no es posible transformar el rechazo social en rechazo político? Creo que es un reto al que no debemos decir que no, simplemente debemos resolverlo si queremos salir de esta situación tan destructiva tanto para nuestra situación material como para la propia definición de democracia.
Participamos en este intercambio: @dabecas @angelfmarin @egirbau @MyKLogica @RAMONSER @jivagos @gallir @jpsolera @cucodevenegas @jmgoig @candiffans @Ageysha
Buen post-gracias