¿Cambio de rumbo en USA?… quizas. ¿Y el mundo para cuando?.

Hace pocos dias cuando la dmininistracion de Bush preparaba las elecciones anunciando la condena a muerte de Sadam Hussein pocos pensábamos que una posible derrota en las urnas tuviera repercusiones tan inmediatas y significativas.

Perdieron las elecciones en la cámara de representantes y también en el senado y al dia siguiente de confirmarse los resultados dimitía Donald Rumsfield, principal responsable del la guerra de Irak y uno de los personajes mas sobresalientes del llamado grupo de los «halcones» que han marcado el rumbo de la política de Bush durante su mandato.

En estos momentos se reune Bush con asesores demócratas que han declarado su voluntad de retirar las tropas de Irak antes de cuatro meses. También han recibido propuestas para la salida de Siria e Iran. Resumía la situación ABC en un titular «Bush dispuesto a sentarse con el eje del mal para encontrar una salida a Irak«.

Podríamos hacer de esto una alabanza del sistema democrático, como si las urnas fueran las protagonistas. Pero esas cajas acristaladas y selladas, anónimas, no han hecho nada mas que mostrar algo que tenia que manifestarse patentemente en cambios en algún momento.

Pocas veces como en esta ha estado tanta gente en el mundo pendiente de los resultados electorales en EE.UU. y pocas veces han visto antes la población como dependía su «modo de vida americano» de su política exterior y su posición en el mundo.

La tradicional abstención se ha visto alterada por la incorporación de los jovenes al espectro electoral lo que ha alterado el equilibrio de fuerzas entre quienes si acceden a los resortes del poder. Sucesos como el Catrina y la desastrosa intervención de la administración en el rescate de las victimas y reconstrucción de la zona y las fuertes restricciones sociales para alimentar el presupuesto de guerra han despertado la conciencia política de agentes pasivos en la sociedad.

Alquaeda saludaba el curso adoptado por la población en este proceso electoral y se envanecía de la fuerza que tiene en Irak, un lugar donde antes de la guerra no existian. Pero no es justo asignar a Alqueda la fuerza de la resistencia en Irak.

La fuerza de esta resistencia está en la población que a pesar de ser la principal perjudicada con la guerra y acumular miles de muertos y destruccción, no ha cejado en su oposición a la ocupación creando miles de grupos resistentes, muchos de ellos enfrentados a los métodos de Alquaeda.

Como siempre nos encontramos con dos niveles diferentes, quienes son los efectivos protagonistas de los cambios, la población que deja de representar el papel asignado y quienes se llevan los méritos de estas acciones, en este caso Alqueda que ha aparecido en la escena para adueñarse de la victoria como si hubieran sido ellos los causantes del cambio.

¿Podemos esperar que el mundo cambie así?. Desde luego no.

No porque tras esta alteración temporal, con mano demócrata, volveremos al caos de siempre y como siempre vendrá alguien a ofrecerse de salvador o alguien que dirá que el ha conseguido el cambio.

Cada vez que se producen este tipo de alteraciones se abre una pequeña luz hacia el camino que es posible seguir, un camino en el que los agentes del cambio, la población que espera seguros sociales o vivir sin matanzas, o que resiste a la ocupación, sea la qué diga que cambios, qué camino a seguir y sea ella misma quien se ponga a hacerlo sin necesitar visionarios ni locos a quienes ceder el poder.