Se aproxima una fecha en la que habrá muchas presiones para decidir, si o no, participar o no participar en la Huelga General convocada por los sindicatos.
Todas las argumentaciones están servidas. La reforma laboral del gobierno es muy negativa para l@s trabajadores, pero está ya aprobada. Había antes y hay ahora muchas razones para una huelga general, la convocatoria podía haberse hecho en cualquiera de los últimos tres años, razones muchisimas en cualquiera de ellos.
Con esta reforma los empresarios ganarán algún margen en el coste de la fuerza laboral, pero no cambiarán ninguno de los males endémicos que nos han llevado a la crisis ni nuestras particulares condiciones de baja productividad, nula implicación laboral en las empresas y la lacra de la precariedad. La reforma no nos sacará de la crisis, nos hundirá mas en ella.
La particularidad de esta huelga está en que se organiza calculando las fechas para que la reforma esté legalmente aprobada y en vigor y no se hace nada ni antes de iniciarse el proceso legal ni durante su tramitación ni hay un plan para el día después de la huelga.
Lo que si hay son multiples llamamientos al gobierno a negociar el dia siguiente y una actitud tolerante del gobierno quien ha decidio ejercer poca presión con los servicios mínimos y tomar la palabar de «negociar al dia siguiente». No me quedan dudas de que esta huelga ni va a parar la reforma ni la cuestionará suficientemente para que se le hagan cambios porque el plan del gobierno es empezar a continuación la negociación del recorte del sistema de pensiones para aprobarlo antes de que empiece 2011.
Otra particularidad estriba en qué estan haciendo los sindicatos para organizarla porque una huelga en una economía donde las empresas mayoritariamente son Pymes supone tal dispersión y desorganización de los trabajadores que en la mente de cada uno de ellos estará el riesgo a ser despedido si se le relaciona directamente con la huelga porque despedir aqui es muy facil, mucho mas que antes.
¿Acaso se está organizando la huelga en las grandes empresas o en la administración? No, tampoco. Todos los trabajadores tenemos de la huelga la misma percepción organizativa, se organiza en los medios de comunicación, como mucho con octavillas, pero en los centros de trabajo nadie está haciendo nada para que l@s trabajador@s se sumen voluntariamente a la huelga.
En nuestro imaginario corren las siguientes ideas: la huelga está mas que justificada pero nos las tendremos que ver individualmente con respecto a ella, decidir en solitario igual que cuando votamos, echar la papeleta decidir no trabajar.
Una huelga era una decisión colectiva ejecutada colectivamente y en este sentido valorada igual en cada uno de sus pasos. Esta es una «huelga política» en cuanto a los métodos y especialmente en lo mas negativo que tenemos con la política, la sufrimos pero no podemos indicidir ni dirigir sus pasos.
La duda del último momento será llegaré al trabajo o no, este será realmente el punto donde se decida la huelga, los famosos piquetes, ese temor al grupo humano desconocido dispuesto a usar la fuerza y que no sabemos de donde sale. En este caso si podemos suponer quienes serán.
En una huelga política donde los trabajadores somos un elemento pasivo quienes pueden integrar los piquetes serán los sindicalistas, esos miles de beneficiados por las estructuras sindicales. y el único sitio donde estaran será en los transportes en los que el gobierno no va a ejercer una presión decisiva.
Si el piquete fueran miles de trabajadores que se oponene a este camino destructivo yo haría huelga. Si en mi centro de trabajo la huelga saliera de dentro y no de la tele yo haría huelga, pero esto no tiene nada que ver, es una huelga política por tanto no puedo decidir hoy que haré. Seguramente decidirán las circunstancias.
Nosotr@s los trabajadores somos l@s perjudicados por la crisis y la reforma, pero lo que se resuelve en esta huelga es que los sindicatos mantengan su papel institucional para que legitimen con su participación posteriores procesos de recorte y el Gobierno tiene las pensiones en la lista de espera.
En esta huelga no habrá un triunfo de los trabajadores, la reforma seguirá vigente, perderemos el salario si no llegamos al trabajo, eso si, algunos arriesgan su puesto de trabajo.
Si el 29 por la fuerza de la situación nos vemos en huelga política aprovechemos para organizarnos y quitar el protagonismo a unos sindicatos que solo piensan en su futuro y en colaborar, como siempre han hecho, en cada recorte social que se pone en su mesa.
Pues así, recién leído, diría que queda bastante bien resumido, es el sentir de muchísima gente, y, probablemente así será como suceda.
Buen artículo.
Gracias por tu comentario Javier 🙂 Esperemos que esa coincidencia en el sentir de mucha gente se transforme en algún momento es un cambio de actitud pasando a ser activos y decisivos para nuestra vida social y política.