Antes eran siete los manadarios que acordaban que había que hacer en el mundo y sus pequeñas diferencias en un «petit comité» de solo siete.Este comité salía de las estadísticas y el poder que tienen los estados mas ricos e influyentes del mundo.
En esto va Rusia y deja de ser comunista, total había mucho que repartir y asi con ideología teóricamente igualitaria como que no quedaba bien visto. Y claro dejar esos trapos era una cosa y perder la importancia que tenían en el mundo era otra.
Como no daban en lo de la riqueza e influencia económica para entrar en ese club privilegiado sacaron lo que tenían, mucho armamento nuclear, centrales atómicas y plutonio enriquecido descontrolado, vamos que daba susto pensar que podía pasar si todo eso se descontrolaba, ya hubo algunos casos escandalosos que lo confirmaban.
Total hicieron el apaño del G-7 mas Rusia, dicho ahora G-8, en el que se nota cláramente que están ahi repartiendose las influencias y acordando para donde debe ir el mundo pero no son aún iguales hasta el punto que USA trae para esta reunión en el bolsillo la instalación en Europa de su escudo nuclear, aquel que diseñara Reagan cuando aún era «roja» Rusia.
Putin, al que no le tiembla el pulso así pesen sus armas, ya ha dicho que vale, que apuntarán sus misiles a Europa y así en cosa de unas horas hemos revivido la guerra fria, que parecía ya tan fria como enterrada.
Viene Bush pletórico a la reunión. Como ya sabe que no repite los demócartas le han dado el gustillo de aprobarle el presupuesto y el incremento de soldados en Irak que últimamente se reducen en exceso por aquello de las bombas. También se ha permitido enviar unos enormes portaaviones al Golfo para que les quede claro a los iranies que aunque colaboren para enfriar la situación de Oriente Medio no se olvidan de la tecnología nuclear que les ha vendido Rusia.
Las alianzas de Bush en Europa no van mal, ahi está Sarkosy y Merkel y la sombra del PP. Por esto habrá pensado «pues ale mis cohetes que los tengo ahi paraos habiendo presupuesto». Sin duda la industria del armamento disfrutará este fin de reinado igual que disfrutaron las constructoras con el trasbase del Ebro y el fin del gobierno del PP, o ese ayuntamiento de Murcia que aprobó tres campos de golf y el triple de viviendas de las que ahora hay.
Siempre para estos fastos hay que llevar una buena carga de poderes visibles igual que los nuevos ricos se cargan de oro y diamantes para el paseillo. Luego en «petit comité» negociarán que hacen con Irán, que hacen con la atmósfera, que hacen con los palestinos y los talibanes.. en fin esas cosillas de la agenda en las que habitualmente nuestra opinión solo cuenta a efectos del marqueting y como se redactan las conclusiones que se comunican.
Me recordaron la guerra fria, me recordaron el movimiento de oposición a estos señores de la guerra y la explotación, me recordaron la oposición a la OTAN y me recordaron que igual que el movimiento antiglobalización hizo, no hay que perder ni una sola oportunidad para decirles que no les vamos a dejar y que están llevando al mundo al abismo, un viaje que no queremos hacer y al que no tienen derecho a llevarnos.