Maltrato animal no es problema nacional

Hace muy poco el Parlamento Catalán ha prohibido las corridas de toros. En el texto se tratan como excepciones los «Corre Bous» de muchas localidades de Tarragona. La ley sin embargo ha despertado mucha polémica política con mas tintes de nacionalismo /antinacionalismo que sobre la cuestión del maltrato animal.

Hacía tiempo que las corridas de toros estaban en decadencia en Catalunya, no había forma de convencer al público de que llenara las gradas. Quizás sin ley iban camino de desaparecer sin indemnización alguna para los contratistas.

Las corridas de toros son una tradición muy antigua y los Corre Bous También. Tenemos pinturas rupestres que lo atestiguan

«Defensa de la tradición» es el argumento fundamental… lo cual me hace pensar en tantas tradiciones que desaparecieron….. o en algunas que aqui se han prohibido con el beneplacito de todo el mundo como la ablación del clítoris o en China el vendaje de los pies de las mujeres para que no puedan huir.  Otra que no causa rechazo las peleas de perros.

Parece que en Catalunya la madurez cultural de la sociedad estaba llevando a algo lógico. No se puede ser defensor del medio ambiente y defender el maltrato a unos animales cuando tienen gran respaldo social las sociedades de defensa ante el maltrato animal. O ¿no nos esta sucediendo igual cuando aprobamos el rechazo y prohibición de los maltratos feudales a la mujer musulmana?

En una sociedad cada vez mas madura con respecto a la igualdad de derechos de la mujer rechazamos espontaneamente tradiciones culturales que la violan.

No creo que debamos aprobar ningún maltrato animal como las corridas de toros por mucha tradición que tengan. Me alegraría de que disminuyan mas y mas las corridas, y también en Madrid o Sevilla. Aunque preferiría que no hiciera falta ley para ello, sino la firme convición ciudadana de que no debemos maltratar animales para divertirnos y por tanto las plazas quedaran desiertas.

El resto de la escenificación de esta semana tiene mas que ver con los recientes acontecimientos de la Sentencia del TC sobre el Estatut de Catalunya y la tensión política entre quienes se sienten catalanistas y quienes creen que la diferencia nacional y su capacidad legislativa disminuye una u otra identidad.

No comparto muchos de los elementos institucionales salidos de la Constitución vigente pero para quienes si lo comparten creo que en primer lugar deben reconocer el derecho del Parlament a legislar al respecto y por tanto a prohibir las corridas de toros si así lo estiman.

Lo que no me parece asumible es que la medida aprobada haga pagar del bolsillo de unos ciudadanos que ya no iban a las corridas una indemnizaciones por cierre que por «muerte natural» no pagarían.

Tampoco es de ninguna forma defendible la excepción de los «Corre Bous», tradición en la que se maltrata, sin muerte, a los mismos animales que la ley dice proteger.

Pero en ningún caso creo que dejarnos llevar por el enfrentamiento nacionalistas / antinacionalistas pueda ayudar a la asunción por la sociedad de que hay tradiciones de las que es mejor desprenderse.

8 comentarios en «Maltrato animal no es problema nacional»

  1. Estando de acuerdo en gran medida con lo que expones, hay fórmulas intermedias q podrían tenerse en cuenta y otras q se deberían tener en las regiones q las permiten:

    – Igualdad de trato: Hombre, contra toro en igualdad de condiciones: fuera puyazos, banderillas, limar pitones y tener el toro desde que llega a la plaza hasta q sale a oscuras.
    – copiar a Portugal, en donde no se mata al toro

    Además de todo esto, me parece una hipocresía luchar por los derechos del toro y no hacerlo por ejemplo por lo de la vaca y demás animales que comemos, mosquitos, cucarachas … si todos son animales, todos lo son ¿no? y bueno, ya lo de los toros corre bous, ni te cuento!!

    Por lo demás, coincido en gran parte con lo que comentas. Saludos 🙂

    • El que se defienda que no se juegue con los toros no quiere decir que tengamos que volvernos vegetarianos. Los animales siempre han comido animales y no vamos a ir ahora en contra de la naturaleza. Es cierto, que nosotros criamos animales para comérnoslos pero también lo es que son sacrificados evitándoles al máximo el sufrimiento (o por lo menos debería ser así).
      Sin embargo, en el toreo el sufrimiento del animal es el objetivo. Y eso es lo que no podemos permitir.

  2. Hola Jivag:
    No sé cómo ni por dónde empezar. La imagen que has puesto me parece durísima y me ha impactado, de modo que sólo he podido leerte una vez.
    Me alegro de encontrar tu artículo porque, precisamente anoche, mientras buscaba un canal de Tv aceptable tras un viaje de casi mil kilómetros, topé con un debate sobre la cuestión nacionalista de la famosa ley que tratas hoy aquí. El debate fue feo, estresante y violento (participaba Mosterín, entre otros a los que no conocía), no obstante me lo tragué entero pues el trato animal merece todo el interés del mundo.
    Tuve noticia de la ley hace exactamente hace dos días cuando, paseando por los campos de Jumilla, mi hermano me lo comentó y me alegré enormemente. Di un par de saltos de alegría y expresé de viva voz que debía cundir rápido el ejemplo por la Península. Acto seguido me puntializó que la ley era fruto de una cuestión política nacionalista antiespañolista; el comentario, lejos de ensombrecer la alegría, me llevó a decir que lo importante de la decisión que había tomado el Parlamento Catalán estaba en salvar al toro de semejante tortura, hasta la muerte. En mi opinión no podemos juzgar un hecho cualquiera por lo que intuimos que se «piensa» sino por el acto que se realiza, porque los actos son los únicos datos susceptibles de ser juzgados. Por lo tanto, cualquier otra polémica basada en intenciones carece de importancia en este asunto: un médico se basa en síntomas y análisis físicos para diagnosticar y no sólo en intuiciones, por poner un ejemplo sencillo.
    También, a la hora de justificar nuestra opinión tendemos a establecer analogías que la opoyen, y para que esto sea correcto las comparaciones deben ser equivalentes; por lo tanto no se pueden mezclar las cuestiones de matar por la propia supervivencia con ocasionar la muerte por deporte o por diversión (también me opongo al deporte de la caza).
    Mencionas la tradición: este es un tema que me trae muchas discusiones. En la Prehistoria, como bien mencionas, había rituales y sacrificios con animales; pero, también los había humanos en períodos prehistórico e histórico. Los humanos CASI han desaparecido (no podemos olvidar lo que sucede con los albinos en algunos lugares de África). Permíteme como «un poco experta» que me explique en este punto. Los rituales durante la Prehistoria obedecían a una cuestión de supervivencia, pues con ellos invocaban al éxito en la caza que les daba de comer (éso es lo que expresan las pinturas de las que hablas). Los sacrificios humanos se llevaban a cabo con vígenes de ambos sexos, con recién nacidos y con prisioneros de guerra y esclavos; los motivos eran similares, invocaban al perdón de los dioses, el volcán o al éxito en los enfrentamientos. En períodos posteriores, los sacrificios humanos fueron prohibidos por los romanos.
    Una vez valorada la vida humana, un paso evolutivo más allá nos lleva a comprender que no es necesario hacer sacrificios animales; y de la tortura del toro (o de la cabra o de la oca) se benefician económicamente y escandalosamente unos pocos. Y es indigno tanto para los humanos como para los animales.
    Las tradiciones no constituyen una nacesidad sino una nostalgia que conduce al folflore: FOLKLORE. Una sociedad intelectualmente evolucionada y respetuosa con las formas de vida debería hacer de sus floklores un arte y no un espectáculo indigno, trágico, sangriento, deplorable y basado en el sufrimiento de un ser vivo.
    El conocimiento nos ha provisto de mejores formas de vida y de pensamiento: a nadie se le ocurre hacer un viaje en carro por tradición, aunque sí se rememora su uso en festejos. Creo que es tan evidente que no hacen falta más ejemplos.
    Cada barbaridad folklórica, cultural o religiosa no puede ser metida en el mismo saco; son luchas muy urgentes e independientes, aunque confluyan en los temas de la indignidad, injusticia, salvajismo, etc.

    El tema da para mucho y no quiero alargarme maś.
    Gracias por tu reflexión y por compartirla.
    Nos vemos! :).

    • Muchas gracias por tu comentario 🙂
      Me parece muy interesante tu visión histórica y concretamente me gustan dos de tus ideas:
      «No podemos juzgar un hecho cualquiera por lo que intuimos que se “piensa” sino por el acto que se realiza, porque los actos son los únicos datos susceptibles de ser juzgados» El titulo y el desarrollo de mi artículo va dirigido a quienes han hecho de esto un debate «nacional».

      «Un paso evolutivo más allá nos lleva a comprender que no es necesario hacer sacrificios animales; y de la tortura del toro (o de la cabra o de la oca) se benefician económicamente y escandalosamente unos pocos. Es el debate de fondo que creo se puede hacer en este momento porque estamos maduros para pasar página de estas violentas inutiles e irracionales «tradiciones».

      Tienes razón con la imagen es muy dura. La encontré buscando «corre bous». Quizas no haya sido buena idea ponerla.

      Saludos para la Enterprise

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