#MarchasDignidad22M Tres vías para seguir junt@s en el camino hasta echarles
El pasado sábado #22M mas de dos millones de personas coincidimos en las calles de Madrid para rechazar la política de recortes del gobierno y la corrupción de la clase política, y para exigir un cambio global del marco democrático con un Proceso Constituyente.
Tras las masivas manifestaciones del 23F del año pasado parecía imposible se diera de nuevo un rechazo tan masivo. El éxito de la convocatoria ha recorrido toda la sociedad a pesar del boicot descarado de la prensa comprada por el gobierno y también de la represión ilegal de la policía.
La sociedad ha conseguido en la calle lo que no han conseguido las fuerzas políticas que se postulan para captar en votos el rechazo al gobierno en las próximas elecciones europeas. Lo ha conseguido a pesar de los mismos sindicatos que se reunían esa misma semana con la patronal y el gobierno para dejar clara cual era «su foto». Qué decir del PSOE que se distanció desde el principio de las marchas…. quizás sea que saben que ellos son también culpables.
Y no es de extrañar que haya sido así pues la sociedad es cada vez mas consciente de que solo unida puede parar esta gigantesca agresión. Es tan grave la degradación a la que nos están sometiendo que nuestros niños son los mas pobres en Europa tras Rumanía.
Al gobierno solo le queda la represión, carece de argumentos, carece de apoyo social, carece de legitimidad política. Por primera vez las UIPs se han mostrado críticos con sus mandos aunque sin reconocer la ilegalidad de sus acciones.
A quienes nos manifestamos nos quedan tres vías para seguir lo que hemos empezado:
- La desobediencia civil, cada vez mas presente y con mas experiencias tanto de rechazo como constructivas
- La movilización, solidaria y plural, con eficiencia de esfuerzos, mediante la creación de un sistema estable de coordinación de los movimientos sociales. Acabar con el «estado de dispersión« creado tras la decisión del 15M de no organizarse.
- Un frente político común que incorpore a la inmensa mayoría de la sociedad. Ni existe ni se pretende por quienes están ahora centrados en «sus primarias».
Los partidos políticos, coaliciones de grupos o de electores, no están dando la talla. Están por detrás de la sociedad, compitiendo entre ellos, cuando deberían colaborar.
Han reconvertido la propuesta de «primarias» en un acto competitivo, típico de los partidos del sistema, cuando se introdujo en los debates de estos meses anteriores como propuesta para favorecer la participación ciudadana en la conformación de una propuesta política unitaria temporal plural y aglutinadora del rechazo social frente al poder financiero y la corrupción de la casta política.
¡No es tiempo de lamentos, es tiempo de lucha!, y ha quedado patente que lo que está en juego es quien decide. Si queremos que decida el pueblo debemos movilizarnos en todos los frentes y crear o cambiar cuanto necesitemos.
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