El PP ha ganado las elecciones como si fueran los resultados un «encargo a los reyes magos»: Derrota de Unidos Podemos en sus centros de referencia, gana las elecciones en Andalucía y mejora los resultados del 20 de diciembre de 2015 a pesar del torrente de escándalos de corrupción y manipulación ilegal desde las instituciones del estado.
Comparto los sentimientos de indignación e incredulidad que estoy leyendo, es imposible que todas las encuestas, incluidas las encargadas por el mismo PP o PSOE hayan fallado.
El gobierno del PP con sus prácticas ilegales en el Ministerio del Interior alienta mas la sospecha de pucherazo que una credibilidad mínima de los resultados.
Sobre los resultados, y para tener una foto lo mas completa posible, no queda mas remedio que auditarlos verificando que no se han intervenido tras la comunicación de cada mesa a las juntas electorales correspondientes.
La ley electoral altera la relación una persona un voto con lo que cambios en la participación tiene grandes consecuencias, pero también la situación política y especialmente las recientes experiencias tienen consecuencias.
Esta parte del balance es mucho mas compleja porque en ella se incluyen las visiones personales del proceso, las apuestas como el acuerdo Podemos/IU y el balance político post-15M.
Para un balance correcto es necesario tener certeza de los resultados pero no precisa esperar en los otros temas sabiendo que en la espera serán todo valoraciones provisionales y espero que con mas seso que rabia o competencia. Con este criterio quiero decir:
Se ha cerrado el ciclo político del 15M. En estas elecciones han brillado por su ausencia las prácticas que mayoritariamente este defendió como la participación ciudadana.
– Hemos tenido una campaña electoral de los partidos hacia la ciudadanía en la que solo cabía apoyar sin mas lo que organizaran las jerarquías partidarias, como siempre ha ocurrido desde la transición política. Ni primarias, ni programa participativo ni nada de nada, solo votar el 26J.
– La sociedad ha estado totalmente fragmentada y bloqueada desde los nichos de influencia ideológica de forma que los electorados carecían totalmente de permeabilidad, agudizado por el enfrentamiento mediático al que todos han entrado como antes del 15M. Aquello del 90%, evitar el enfrentamiento ideológico etc pasó a la historia.
– Cada nodo político/ideológico ha hecho su campaña a su público que aplaudía en su salsa o digería la información generada por ellos mismos cuando una parte importante de la población sigue presa de la desinformación.
– Se han ignorado los problemas democráticos y sociales del sistema en el que vivimos por ser prácticos y hacer campaña cuando considerarlos y ponerlos en primer lugar habría permitido a los movimientos sociales convertirse en primer frente de batalla para romper el fraccionamiento de la sociedad.
– El 15M introdujo en nuestra experiencia política las practicas horizontales y abiertas que han desaparecido por completo para dejar el mando al laboratorio sociológico, que manejan perfectamente sus técnicos, pero no necesariamente la sociedad que no puede entender maniobras comunicativas, gestos y/o propuestas que responden solo a una máquina de guerra electoral en la que ellos no pintan nada.
Ya sabíamos que la jerarquía política era un problema pero hemos cerrado los ojos «por ser prácticos» cuando a determinadas practicas les siguen inexorablemente unos resultados y no otros.
La vida sigue y no queda mas remedio que afrontarla con lo aprendido. Esperemos por lo menos que podamos aprender algo colectivamente y no solo los del laboratorio que se han estrellado estrepitosamente.
Y como decía arriba calma, pero también un poco de seriedad y no las campañas habituales, de choque, bloqueo y guerra comunicativa, a las que también nos hemos acostumbrado como si fuera un éxito destruir la inteligencia colectiva.