Hace un año deje la política. Eso creía. Me sigue atrayendo lo que ocurre en el mundo, como reaccionan las sociedades a los cambios, y sigo como antes teniendo ganas de decir algo.
Ahora participar en esto de «la política» supone en la mayoria de los casos buscar algun mecanismo institucional, ayuntamiento, parlamento, partido politico con representación pública….; vamos, entrar en lo que ya esta concebido, apuntarse al camino que ya esta marcado y ser un@ mas con aspiraciones a la tribuna, a los titulares diarios.
Hasta hace unos años habia otro camino que muchas otras personas, resignadas, valientes, generosas, tambien han seguido. Participar en una organización política extraparlamentaria. Hoy no lo puedo hacer ya, ninguna me satisface y los modelos que antes se siguieron están en franca quiebra.
Sin embargo hay en la sociedad numerosos fenomenos de vitalidad política que son dificilmente mensurables por su extrema atomización como los miles de grupos que en Francia u Holanda impulsaron el NO a la Constitución Europea.
Sin jerarquía, con una dosis importante de autoorganización, le han dado «un correctivo» al inexorable curso historico marcado por quienes tienen el poder económico.
Este diario no es sino el retorno a la politica, la que vive en la sociedad, la que quebranta todos los dias el camino marcado por las instituciones, es el retorno a una acción por tanto social, compartida, de aprendizaje y evolución en el que espero encontrar much@s compañer@s de viaje.