Ayer hice un esfuerzo y escuché todo el debate entre Zapatero y Rajoy. Lo hice porque me asalta como en todas las elecciones, el asunto del voto útil, qué hacer con el voto cuando se sabe que no hay nada práctico que hacer con él.
Así sin pensar mucho mas me pareció que Zapatero estuvo mejor que Rajoy, parece que algunas encuestas dicen algo así. Cuidó mucho mas su imagen, estuvo sereno, y no dejó que Rajoy le llevara a los debates que no le interesaban. Metió la pata al no reconocer los problemas como un programa de actuación para corregirlos lo cual dio pie a Rajoy a atacar en temas dolorosos para la gente como las subidas de precios, las hipotecas, la amenaza del paro o los precios de la vivienda.
Rajoy, histriónico, no pretendió ampliar su público habitual, parecía mas interesado en contentar al sector mas derechista y chillón de su organización que en convencer a electores dudosos y tuvimos que conformarnos con esa ridicula niña que describió como semejanza de su programa. El resto de sus intervenciones, en el estilo habitual fueron solo para desprestigiar al adversario sin proponer nada a cambio.
Por lo demás hay que aceptar el término «debate» porque lo han llamado así, pero estuvo muy lejos de serlo. Cada cual hablaba mas para el público que para quien se sentaba en frente y Rajoy en particular se ciñó tanto al guión que le habían dado que principio y final fueron descaradamente leidos.
Si tenía que decidir solo con lo de esa noche mi decisión sería votar PSOE, pero no puedo olvidar que fue el PSOE el responsable de la destrucción del tejido industrial en la época de las reconversiones para convertirnos en un pais terciarizado, con un mercado de trabajo precarizado.
Si pretendía el PSOE convencer de lo malos y derechosos que son en el PP para conseguir el voto indeciso de la izquierda el debate pudo servir porque Rajoy no tuvo otra cara que esta y si miramos a la izquierda parlamentaria solo encontraremos a IU con su papel de sombra y apoyo gratis de cualquier gobierno del PSOE.
Aunque no sea facil, aunque sea dificil empezar, aunque pese el lastre de la divisiones pasadas…, quienes deseamos que exista una política de izquierda y no solo un discurso fraguado en los estudios de márqueting, tenemos en nuestras manos la posibilidad de dotarnos de un mínimo sello político con el que explicar que otra política es posible y no solo de dar nuestra papeleta para que valga para poco o nada, cuando no para ser utilizada contra nuestras ideas.