En Cambiemos la dinámica de los servicios públicos proponía que «Consumidores/financiadores de servicios públicos debemos ponernos de acuerdo con los trabajadores que prestan estos servicios eliminando la intermediación del estado.»
Esto que puede ser una conclusión posible en la dicotomía que plantea el artículo es también una elección del camino a seguir para el cambio social.
La acumulación de riqueza se produce en el capitalismo después de la producción, en el mercado. De esta forma la riqueza producida en la sociedad pasa a manos privadas acumulandose en forma de capital. No solo hay explotación sino alienación de la sociedad con respecto a su trabajo y la riqueza que genera.
La acumulación privada que se realiza en el ámbito del estado forma parte del ciclo de acumulación de capital, no es diferente de la que se realiza en cualquier proceso productivo orientado al mercado pero por realizarse tras la percepción del salario y con la cobertura ideológica de que sus fines son sociales es percibida como robo, malversación, corrupción…
Si esta extracción de recursos se hiciera como coste de producción (producción de educación, salud, transporte etc) antes de salir al mercado desaparecería la recaudación por el estado, su papel y posición aparentemente independiente, se debilitaría perdiendo la legitimación con la que ejerce su violencia.
Devolviendo a manos privadas estos recursos generados por la sociedad el estado lleva a cabo la reclamación permanente de los productores capitalistas de reducir los costes salariales.
En el imaginario de los activistas sociales la recuperación de la riqueza producida y acumulada por el capitalismo se sigue haciendo en el mercado, la lucha por los salarios no es sino un corrector del incremento permanente de las tasas de explotación. La actividad sindical, haya o no burocracia se produce después de la producción.
Nacidas en relación con esta actividad las ideologías de liberación social tomaron el capital como objetivo. La propiedad de los medios de producción, la socialización, etc llevaba a recuperar la riqueza social producida en el lugar y forma en que esta es acumulada, en el mercado, aunque fuera para acabar con él.
Esta toma de la propiedad por producirse donde se produce no tiene porqué modificar la alienanción de la sociedad con respecto al fruto de su trabajo. La producción estatizada sustituyó al mercado como organizador de la actividad productiva de la sociedad y por tanto mantuvo alienado a esta, imposibilitada por la dictadura de someter a las fuerzas productivas a la voluntad de sus teóricos poseedores.
En el ejemplo de Cambiemos la dinámica de los servicios públicos lo que sucede es que los productores antes de entrar al mercado deciden como organizar y distribuir su trabajo, lo deciden antes de llevarlo a cabo, directamente en este sentido organizan el excedente antes de producirlo. ¿Y qué es el capital mas que fuerza de trabajo acumulado?.
Cada uno de nosotros disponemos en nuestras manos y cabezas de las fuerzas que nos expropia el capital. El capital financiero es una fuerza muerta si no entra en contacto con nuestra fuerza viva. ¿Porqué tanto esfuerzo por la propiedad física de fuerza muerta cuando disponemos la fuente primaria de la acumulación del capital?.
En el ejemplo de los servicios públicos la sociedad se organiza directamente para producir sus necesidades y entrega su fuerza de trabajo voluntariamente en base a un acuerdo social siempre verificable. No hay mercado, no hay explotación y no hay acumulación privada.
Se produce sin embargo una situación nueva, el trabajo ciego ha desaparecido, sabemos para qué trabajamos y con la recuperación del sentido de nuestros esfuerzos pasamos de ser sujetos sufridores pacientemente de las ordenes ajenas a organizar por nuestro interés nosotros mismos aquello que deseamos o necesitamos.
Los seres humanos abocados antes a democracias formales recuperan con su entrega voluntaria de recursos de su trabajo el control de su papel social.
La acumulación de conocimiento que realizaban quienes organizaban la producción pasa a extenderse en la sociedad y con ella se quiebra la posibilidad de la burocracia.
El capitalismo con su propia actividad ha simplificado las condiciones para que la sociedad asuma la dirección de su existencia.
La extensión del conocimiento, la acumulación de experiencia en las máquinas, la comunicación universal con las redes…
Esta crisis económica es para todos los sectores de la sociedad una oportunidad de salir del capitalismo como ya explicara en «salir de la crisis en pequeña escala«.
Como en otras transiciones económico/sociales anteriores son los cambios en la producción el motor de todas las transformaciones, a diferencia de ellas en esta ocasión podemos hacer un cambio consciente, mas universal y menos violento.
No hace falta esperar acontecimientos especiales, nuestra vida de cada día nos ofrece numerosos momentos en los que empezar a andar el camino. No hay que tomar el poder del estado para situarnos en su posición, la apropiación de la sociedad se hará antes del mercado dejando al capital, a sus fuerzas muertas un papel cada vez mas marginal.