Google está encontrando resistencia al giro que quiere imponer a sus usuarios con Google+
Algunos artículos se están haciendo eco en la red. «A Google se le atragantan los círculos» de Lola Pardo en Blogs de El Pais
«Desde el punto de vista de negocio, no se trataría tanto de explorar nuevas oporunidades de negocio, sino de gestionar de manera inteligente los datos personales, ampliando la información que deja el rastro de las búsquedas realizadas por estas personas. Mientras más información disponga el buscador sobre una persona, mayor afinidad en los resultados de las búsquedas que se le ofrezca.»
Soy de los usuarios que siendo históricamente fiel a Google y sus recursos estoy haciendo por dejarlos con el giro que está dando el Gigante en todos ellos para llevarnos a Google+. Tengo cuenta de Gmail desde su publicación en 2004 y por decisión suya ya no es de Gmail sino de Google+. Acepto que puesto que uso un recurso gratuito no puedo quejarme de como este se gestiona y por ello si puedo montaré mi propio servidor de correo.
No es un paso atrás, hemos aprendido pero los gigantes aprenden mal. No tenemos obligación de seguirles.
La diferencia entre el Google de antes y el de ahora es que con cada recurso gestionaba mis permisos y ahora al unificarlos bajo el manto de Google+ he perdido el control sobre ellos ya que solo el gigante los recibe de forma unificada para un fin que no tiene para mi ventaja diferencial ninguna, me refiero a esta pseudo-red-social que solo sirve a Google pues para que me sirviera a mi debía ser abierta y es a lo que se resiste haciendo que las malas prácticas de otras redes no solo se reduzcan sino que aumenten.
El mundo Google + es cerrado a tod@s l@s demás, hay que pasar por su aro que son sus intereses que no son los mios.
Necesitamos redes sociales abiertas en las que los dueños de los datos seamos quienes los generamos. Mientras esto no cambie crecerá el volumen de usuarios que conociéndolas aprendamos a usarlas a nuestra conveniencia esquivando el uso que a ellos les conviene.
En mi equipo se han acabado las cookies de sesión que permiten navegar informando de todo ello a Google gracias a los servicios vinculados a su capturador universal. Vuelve el cliente clásico de correo. Vuelve el blog como fuente original de intercambio de información y comentarios…
Se puede preguntar ¿en qué punto quiebra Google mi libertad?: Seleccionando según mis hábitos la información con la que yo tomo decisiones para mostrármela, cuando antes yo seleccionaba información según lo que encontraba.
Aprendí a descartar los apaños mostrados con SEO tramposo, Podía buscar mal, pero como yo se lo que quiero uso los mismos resultados para buscar mas pues puedo ver en ellos informaciones que no había contemplado al iniciar la búsqueda.
Si dejo a Google actuar como quiere dejo de ser para el un usuario independiente para ser un cliente al que se le va a vender un producto de aquellos en los que Google tenga algún interés. Me han metido en una tienda a la que no pretendía entrar.
Cuando las redes sociales contemplen beneficios bidireccionales para tod@s surgirán estándares abiertos para estas y dejaremos de perder el tiempo en hacer ruido para unas estadísticas que no es cierto que favorezcan el negocio por mucho que den mas presencia pues ambos no tienen un vinculo direccional dependiente.
La prensa se está haciendo eco del problema, pero desgraciadamente y como siempre, un eco superficial que aporta materia desechable (información cuyo valor dura poco) al ruido general de la red.
Siguiendo la lógica del artículo solo me queda decirle a Google que quien busca y quien decide lo que me interesa soy yo mismo y que si quiere orientar mis decisiones simplemente le corto el flujo de información que genero pues no acepto que use sus ventajosa posición de partida usando mi propia información. Ya que la genero decido yo y Google + es para decidir el, cosa que ya está haciendo con fotos e información de cuentas.
Este artículo se ha generado a raiz de un amigo, RaMGoN GaLLaGHeR
usuario fundamentado de Google+ en una de cuyas entradas, y con el artículo que cito, se ha inspirado esta reflexión.
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