Anoche pudimos realizar el regalo de Reyes Magos, unas entradas para participar en Jamming que funciona todos los viernes y sábados en el teatro Arlequín de Madrid.
Lo pasamos muy bien 🙂 Me encantó y recomiendo ir y saber de él antes de ir, el espectáculo empieza antes y sigue después.
Jamming está en la red, en Twitter, en Facebook en YoouTube en su página web, está en los tallers a los que podemos asistir solo dejales tu correo y te avisarán. Es un espectáculo social concebido como tal de principio a fin.
He asistido a sesiones de teatro caracterizadas de «innovadoras» desde cuando Els Joglars con «La Torna» se convirtieron en estandarte de la Libertad de Expresión en los años de la transición política.
Ayer no fué un espectáculo político ni expresamente reivindicativo aunque empezó avisando que «podíamos y debíamos copiarles y compartir» porque sería sesión única ¡y lo fué!.
El espectáculo empezaba en la última fila del entresuelo y terminaba tras el biombo del fondo del escenario, y lo mas interesante… la mayoría de los espectadores ya sabían lo que debían hacer. Me fijé que según se sentaban ya estaban escribiendo los títulos que iban a proponer. Necesita de los espectadores, estos proponen ideas y Jamming las representa.
Grandes autores del pasado supieron captar lo que sucedía en la sociedad expresándolo con tal arte que se levantaban los espectadores en aplausos incesantes. Jamming ha conseguido crear su trabajo en estrecha unión con el público, quizas necesitemos un nuevo concepto de público porque en su trabajo el publico forma parte de la obra.
Su trabajo sigue, así como su conexión con el público, que estoy convencido crecerá y crecerá, e iremos cada vez mas preparados a las sesiones con ellos.
¿Qué mas puede desear un artista que representar fundido con su público hasta este nivel?. El directo es lo que mas vale, el ensayo se llama taller y también estamos, disfrutamos y aprendemos con ellos.
Este negocio bidireccional que nos implica a todos y beneficia a todos los participantes aportando cada cual su parte, dejará de ser excepcional y para que sea mas y mas habitual es preciso levantar un aplauso que empiece antes del espectáculo y siga tras haber concluido porque mañana nos volverá a sorprender y seguiremos siendo parte.
En algunos artículos de este blog se habla de Empresa 3.0, es inevitable ver el mismo concepto en la concepción de Jamming como negocio aunque es justo decir que es ante todo Cultura 3.0
¡Bravo!
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