Tres días de militarización del espacio aéreo. Alguien armado, miembros del ejército, vigila a los controladores aéreos, personal civil regidos por normas laborales y contratados por AENA, empresa pública responsabilidad del Ministerio de Fomento.
El Estado de Alarma firmado por el Rey a petición del pleno del Gobierno se resolvió precipitadamente ante la parálisis en los aereopuertos y el cierre del espacio aéreo como consecuencia de una huelga espontánea de los controladores aéreos.
Fueron tantas las personas afectadas y tan grave la medida adoptada que no se pueden hacer valoraciones bajo la presión del momento y con un ministro a todas horas y en todas las cadenas televisivas y de radio dando el mismo mensaje:
“No se puede permitir el chantaje de los privilegiados”. Otros privilegiados han tomado graves medidas afectando a miles de personas y nadie les ha acusado de chantajistas… luego esto no puede ser un argumento. Cuando los directivos de la Banca, rescatados con ayudas públicas no se han bajado sus escandalosos salarios y sin embargo niegan la financiación a pequeñas empresas provocando su cierre llevandoles al paro.. ¿no están haciendo una presión intolerable?
“Cobran x miles de euros al año.”… la administración, los mismos que han militarizado a los controladores, firmaron todos los convenios colectivos en virtud de los cuales cobran sus salarios, y lo hicieron por lo importante y delicada que es su función para la seguridad del espacio aéreo.
Se podrá discutir si la relevancia de su trabajo justifica el nivel actual concreto de los salarios por comparación a otros controladores pero no acusarles de insolidarios por ello. Hasta los parados han sido usados para demostrar lo “injusta” de la actuación de los controladores… cuando el gobierno acaba de retirar la ayuda de 400 € a los parados de larga duración.
Miles de personas bloqueadas en los aeropuertos… es tan fácil agitar los ánimos con argumentos tan fáciles como vacíos.
Controladores aéreos militarizados. ¿Resolverá esto un convenio colectivo demorado ya 9 nueve meses?.
¿Es buena solución alargar las jornadas laborales de estos a 10 horas diarias para resolver la congelación de plantillas tantos años seguidos?. En un sector tan delicado donde se juega con miles de aviones en vuelo cargados de viajeros ¿es buena idea alargar la jornada?.. No lo es para el camionero que llevando mercancías inertes es duramente sancionado si no respeta los tiempos de descanso de su tacómetro.
La huelga no había sido convocada, fue una ausencia al trabajo con excusas médicas, cierto, todo tan repentino como el decreto del día anterior que en vísperas de un gran puente festivo modificaba considerablemente la jornada laboral sin negociación, sin acuerdo laboral, por la fuerza del estado, la misma fuerza por la que venían siendo abortadas las convocatorias de huelga legales con servicios mínimos del 100%.
Según la ley no quedan mas de 12 días a la actual situación de militarización. Cuando acaben.. ¿quien va a resolver los problemas que han llevado a esta situación sin salida?.
Los controladores aéreos perciben sus salarios del erario público, es decir, les pagamos nosotr@s l@s usuari@s, quienes nos quedamos bloqueados en los aeropuertos. Sin embargo quien gestiona el servicio, pone las condiciones, aprueba decretos… etc, son nuestros representantes políticos.
Si fuera posible me gustaría militarizar a los representantes políticos para que obedecieran a sus ciudadanos, a nosotros, quienes les pagamos porque en este caso, otros también, han demostrado sobradamente su ineficiencia en la gestión de las relaciones laborales, en la gestión de la situación de crisis que se creó, en la oportunidad del decreto modificando la jornada laboral, en el desconocimiento del procedimiento para aplicar tan dura medida como la militarización (mas de 14 horas en situación ilegal del gobierno). ¿Y ahora qué van a hacer?.
El camino del gobierno parece estar trazado, la privatización de AENA, otro recurso pagado con nuestro dinero. Los trabajadores se oponen a ello, yo como ciudadano también. No acepto que se dilapiden los recursos que he financiado sin que siquiera se me consulte.
¿Aplicará el gobierno la militarización a los trabajadores de AENA si se oponen a la privatización?.
Nos cuesta creerlo, pero hecho una vez y habiéndonos dejado llevar con tanta facilidad por el mensaje del gobierno ¿porqué no?.
Asistimos pasivamente a la destrucción de las normas y valores de la vida democrática.
De pequeño recuerdo como el régimen franquista militarizaba a mi padre, empleado en el ferrocarril, para impedir que defendiera sus derechos. Muchos trabajadores como el apoyaron a los socialistas para implantar un régimen de derechos y libertades.
Un régimen en el que lo civil y lo militar estuvieran totalmente separados, un régimen en el que la constitución garantizara todos los derechos, incluido el derecho de huelga. Un régimen democrático que depositara la soberanía en los ciudadanos que la podríamos ejercer a través de representantes políticos en las instituciones. Esto no es lo que queríamos, si hay que ponerle un nombre quizas se trate de una «Dictacrática». Una dictadura por las actitudes mas una apariencia formal democrática.
Podemos eliminar al gestor/intermediario, al estado, en las relaciones entre ciudadanos y controladores. Puesto que les pagamos que el contrato sea entre nosotros, los ciudadanos y los trabajadores del espacio aéreo. Cambiando el principio nunca mas seremos secuestrados ni por incapacidad del gobierno ni por acciones irresponsables de los trabajadores, con ellos podemos llegar a acuerdos basados en valores comunes. ¿A caso no son también ciudadanos?.
Probablemente la acción del gobierno con su decreto de modificación de la jornada laboral perseguía la situación creada para justificar el plan de privatización de AENA, otra secuela mas de la combinación deuda pública mas acción de los mercados financieros, y una prueba mas de como la clase política gobierna contra quienes los hemos elegido saltandose además las garantías democráticas que están obligados a observar en sus procedimientos de gestión de lo público, de nuestros recursos.
En las recientes elecciones catalanas no hubo alternativa de cambio, con la novedad del voto de castigo al gobierno se repartieron los votos como siempre recolocándose los sillones de quienes habitualmente nos ignoran pasadas las jornadas electorales.
Necesitamos una fuerza social para la renovación política de la democracia, debemos recuperar la soberanía que hemos delegado asentando la democracia en el principio de la democracia directa y la gestión de la cosa pública por los mismos ciudadanos. La tecnología nos permite hacerlo con soluciones como la Plataforma de decisión ciudadana.
No vendrá nadie a solucionarlo. Cada ciudadano secuestrado en un aeropuerto, abocado al paro, sin vivienda, endeudado, precarizado, con jornadas inhumanas, …
Todos los que sabemos que no se está haciendo bien, porque sabemos como hacerlo mejor, tenemos la posibilidad de cambiarlo; si no nos organizamos para ello seremos cómplices pasivos de nuestro destino.
¡Qué fácil es manipularnos!. En tu mano está cambiarlo, ¿empezamos?