Aportaciones a los principios organizativos de Podemos

¿Modificar el documento o hacer uno nuevo?

 

La intención es la misma que la del del borrador, contribuir al debate, generar aportaciones reflexionadas por cuantas más personas mejor, hacerlo abiertamente, ayudándonos con buen estilo y respeto, en una discusión que fortalezca tanto nuestra inteligencia colectiva como nuestra organización.

 

Invito, a quien se interese tras la lectura, a crear un equipo de trabajo público y abierto, a concretar en el menor plazo de tiempo posible. Solo dejad vuestros datos aquí y empezamos.

Mi aportación personal es la experiencia activista y el interés de muchos años en este tema que podéis encontrar en muchos de los artículos de este blog o esparcidos por la red.

 

Podemos es cosa de tod@s.

 

Hace pocos días se ha conocido el «Preborrador de Principios Organizativos» que ha redactado el equipo que prepara la Asamblea Ciudadana de octubre. En el se apuesta por crear una organización política distinta a las que hemos conocido hasta ahora.

Entra en un debate que Podemos necesita resolver y que está planteado para cualquier organización que se denomine democrática. Ocurra lo que ocurra con Podemos en el futuro todo lo que podamos avanzar en esta nueva definición de organización política democrática será un terreno ganado para el futuro.

El borrador incluye novedades muy positivas:

  • La horizontalidad organizativa cuya base es siempre la asamblea de integrantes (afiliados) en la que reside la soberanía. Los equipos políticos salidos de ellas no se superponen creando una estructura vertical.
  • La combinación de medios presenciales con medios tecnológicos de participación, especialmente el voto electrónico. El paso que se ha dado de crear un identificador que nos permita participar en votaciones electrónicas va en un buen sentido aunque se pueda mejorar.
  • La revocación de personas elegidas para una responsabilidad.

En el resto el documento sigue el criterio de la democracia representativa:

Lo que se elige en la Asamblea Ciudadana es por tres años (pag 10) ya sea para el Consejo de Coordinación, el Consejo Ciudadano o la Portavocía. En esos tres años no hay ninguna vía por la cual los círculos o los afiliados de Podemos podamos incidir en la vida política de la organización, salvo en los círculos locales que tienen capacidad de iniciativa pero no mas allá de «Adaptar la línea política de Podemos al municipio» en la que va a tener especial importancia la política de alianzas que ha quedado en manos del Consejo Ciudadano (pag 7).

Sin duda estos órganos pueden consultar cualquier decisión a círculos y afiliados, pero no están obligados a ello ya que son responsables de las tareas que se les asignan y por ello deciden en ellas.  Como ejemplo los programas electorales en los que es el Consejo ciudadano quien elabora y aprueba los borradores que «posteriormente, se discutirán de manera abierta» (Pág 7); la discusión no conlleva necesariamente un proceso de selección elaboración colectiva y decisión a no ser que se garantice de alguna forma.

La confianza que conlleva la democracia representativa implica siempre el riesgo de que no se confirme después, es lo que desgraciadamente hemos experimentado y sufrido  llevándonos a cuestionar el entramado político institucional y la propia constitución porque sistemáticamente se han violado los compromisos adquiridos por quienes dicen nos representan. Si es su competencia tomar todas estas decisiones estamos ante el mismo problema: puede volver a suceder porque lo permite la organización propuesta y sobre todo porque nos lleva a delegar estas responsabilidades dejándonos solo la opción de revocar.

La figura del Portavoz está diseñada para tener ámplios poderes ya que asume las funciones ejecutivas cuando no se reúne el consejo de coordinación y es el «responsable de la representación política e institucional del partido» (Pag 7). Las reuniones duran lo que duran. Si hay una reunión semanal de tres horas, el resto, 165 horas concentran en una sola persona un poder excesivo ya que el nombre de «portavoz» no se corresponde con sus contenidos. Los portavoces nunca son responsables de nada mas que de llevar la voz de otr@s. El consejo Ciudadano está por encima del consejo de coordinación, del que el portavoz es miembro nato, «cuando está reunido» (Pág 8, Cap 5) lo cual se entiende que por el número (80 personas) se reunirá en muchas menos ocasiones. Si fuera una reunión mensual de 12 horas y descontando el tiempo de reuniones del consejo de coordinación el portavoz en un mes tendrá todos los poderes  648 h de 672 h.

El portavoz no tiene límite de mandatos y tampoco ninguno de los órganos salidos de una asamblea ciudadana, la rotación crea hábitos muy saludables en las personas que manejan poder. El principio de rotación está totalmente ausente en la propuesta.

Con esta estructura solo se garantiza el poder de decisión de los afiliados y círculos cada tres años. Valga reconocer que no son los típicos cuatro años de las legislaturas pero ese cambio estético no cambia el problema de fondo, vamos a delegar nuestro poder de decisión en representantes por periodos de tres años.

Es comprensible que una organización política tenga capacidad ejecutiva para llevar a cabo los planes tomados en las asambleas ciudadanas. La organización debe garantizar esto pero fortaleciendo y no mermando el poder de decisión. Si es necesario un principio que defina los estatutos es que El poder político de Podemos reside en sus afiliados y círculos quienes se organizan para llevar a cabo sus objetivos como organización.

La organización debe garantizar la posibilidad de cualquier integrante de podemos de participar en cualquier proceso decisorio. Esto no significa que participemos tod@s en todo pero si que podamos hacerlo cuando estemos motivados o afectados por la decisión. Para garantizar esta posibilidad el principio democrático de referencia no puede ser la democracia representativa sino la democracia participativa, Es necesario un principio que diga que la organización política de Podemos se asienta en los principios de la democracia participativa.

Todos los organismos ejecutivos propuestos pueden ser válidos pero no sus reservas exclusivas de poder, la falta de participación de las bases entre asamblea y asamblea, la ausencia de rotación en las responsabilidades o la ausencia de iniciativa política, ya sea personal o de los círculos, no crearán ciudadanos responsables ante la sociedad.

La coordinación ejecutiva debe someterse a elección directa en las asambleas siendo los valores para su elección sus capacidades y competencias para ser responsables directos de sus acciones ante todos los afiliados y círculos. La selección por el consejo supone un alejamiento de la responsabilidad por tratarse de una elección en la que no hemos tomado parte.

Los integrantes de la coordinación ejecutiva tienen una responsabilidad colegiada durante todo el tiempo, no solo cuando se reúnen. La coordinación ejecutiva tiene portavoces públicos rotativos sin responsabilidades exclusivas mas allá de ser portavoces de aquello que les confíe el equipo de coordinación por el tiempo que estimen oportuno estableciéndose plazos de rotación que no dificulten el funcionamiento de los equipos de trabajo.

Los integrantes de la coordinación ejecutiva no pueden repetir individualmente en la responsabilidad mas de dos mandatos consecutivos pudiendo repetir de uno al siguiente solo el 40% de l@s integrantes anteriores. El 40% garantiza la continuidad de la «memoria de la organización».

La coordinación ejecutiva tiene un responsable elegido, directamente y a parte del resto, como responsable ante la asamblea ciudadana del plan aprobado en ella. Esta responsabilidad es interna no suponiendo problema para que actúe como portavoz publico de la coordinación ejecutiva cuando se le confíe. No puede repetir en el siguiente periodo aunque sea elegido para otros organismos.

El Consejo ciudadano no se elige por lista única sino que es el resultado de sumar integrantes de diferentes procedencias o candidaturas en las que la confianza política tiene que ver con sus capacidades y con el plan político decidido por la asamblea.

Si necesitamos un grupo de trabajo de comunicación lo lógico es que se trate de personas que son expertas en estas competencias. Si necesitamos un equipo tecnológico para las herramientas de democracia electrónica debería ser el círculo de TIC quien hiciera propuestas de candidatura etc etc… De esta forma las personas elegidas al consejo contarán con la implicación de sus círculos.

El consejo creado de esta forma podrá variar sus integrantes durante el periodo de su actividad. Si es necesario definir la política educativa y la asamblea ciudadana no incluyó un equipo de enseñantes lo podrá hacer sin necesidad de una nueva asamblea. Los círculos sectoriales podrán presentar candidaturas para ser elegidas entre asamblea y asamblea de forma que los círculos de base competentes en la materia sean los que movilicen su inteligencia colectiva.

De forma genérica el Consejo ciudadano tendrá dos tipos de integrantes: estables entre asamblea y asamblea por ser su actividad estable (comunicación, finanzas, organización, tecnología etc…) y los integrantes derivados de la actividad política. Si queremos una organización viva lo lógico es que los integrantes estables no sean mayoría para que nuestro necesario «aparato» no sea definitorio en temas donde la iniciativa la debemos tener otros integrantes.

Los círculos locales son responsables de su área de competencia pudiendo participar cualquier afiliado en cualquier debate que afecte a decisiones colectivas previamente tomadas. Para ello son necesarias herramientas que ayuden a la deliberación colectiva de forma transversal no solo para votar.

Se puede desarrollar en detalle toda la estructura pero sería injusto hacerlo cuando es preciso reconocer que el texto presentado no pretende ser el definitivo y es lógico por tanto que este sea una contribución mas de la que si interesa se integren unos u otros aspectos aquí tratados.

Para la reflexión sugiero como material el Hangout con Vicente Nadal Asensio (Valencia) y algunas de sus conclusiones así como algunas contribuciones fundamentalmente de Círculo local de Getafe