Resulta esperanzador que en el mes de julio, con un ambiente mas relajado que el de las movilizaciones en las que estamos sumergidos los dos últimos años surjan iniciativas políticas que buscan el bien común como la Convocatoria Cívica que conocí por un post de Rosamaría Artal o el programa de mínimos elaborado por miembros de la Asamblea Virtual 15M.
Ambos generan las siguientes reflexiones:
- Un programa de mínimos debe ser el resultado de un debate ciudadano. El de Asamblea Virtual puede servir de base.
- Un programa de mínimos debe partir con un respaldo social suficiente para que no sea visto como una perdida del voto. Este aspecto está hoy muy mal por la proliferación de apuestas competitivas entre si y dirigidas todas al mismo espectro social y con objetivos muy parecidos. Si esto no se corrige no haremos nada, necesitamos una apuesta con un criterio inclusivo e la que todas las iniciativas en marcha puedan identificarse.
- En el programa deben incluirse las condiciones que cumplen quienes conforman las listas de la candidatura. Estas condiciones deben ser las garantías que se aportan de que van a cumplir sus obligaciones y como hacer si esto no fuera así. Por ejemplo entregar su renuncia firmada antes de ser elegid@s para poder revocar su mandato.
- La conformación de listas debe ser un proceso social abierto en el que l@s ciudadanos podamos evaluar a l@s candidatos.
- Apuestas como http://convocatoriacivica.es/ pueden servir como campo neutral en el que forjar un acuerdo mínimo con el que respaldar un programa de estas características.
La inteligencia colectiva puede ayudar en todo este conjunto, Programa de Mínimos, Garantías de la Candidatura, Inclusividad y Conformación Social de las listas de candidat@s.
Procesos de debate público en los medios y en la red como el iniciado por RedTransicion «Inteligencia Colectiva para una salida común«, podrían ayudar a la confluencia de Iniciativas Políticas por el Bien Común.
Paco Millan Robles liked this on Facebook.