[Lo leí… Me gustó…]
Ayer asistimos a una manifestación contra la reforma de la Constitución convocada por diversos partidos y organizaciones de la izquierda no parlamentaria. La manifestación no la convocó el movimiento 15-M pero fue apoyada por el mismo (no obstante el protagonismo en los medios de comunicación recayó en el 15-M como viene siendo habitual en los últimos tres meses).
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Sin embargo la manifestación fue bastante distinta a las que hemos asistido otras veces. A pesar de que los convocantes se habían comprometido a no llevar banderas de partido o pancartas firmadas, por parte de algunos grupos no se respetó el acuerdo (nos referimos al sindicato Solidaridad Obrera o al Partido Comunista de los Pueblos de España) ¿Para qué fueron entonces los convocantes de la manifestación a recabar el apoyo del 15-M en la asamblea del Sol?
Gracias a Aureabril por el video
Todo esto resulta aún mucho más llamativo por cuanto hay colectivos y organizaciones de las que convocaron esta manifestación, que no han visto con buenos ojos desde un primer momento al movimiento 15-M. Personalmente puedo atestiguar que personas vinculadas a esta convocatoria me han afirmado que “detrás del 15-M hay cosas muy raras dada la tolerancia que el PSOE ha tenido con ellos y no con nosotros” (curioso argumento de gentes izquierdas que coinciden al milímetro con opiniones vertidas por la derecha y sus medios afines). O como también hemos podido escuchar que “estamos hartos de estos del 15-M que se creen que han inventado las asambleas ahora. Yo llevaré mis banderas digan lo que digan”. Podríamos continuar con el repertorio, como por ejemplo los calificativos que han empleado como “reformistas” “pequeño burgueses” “la revolución de los globitos” y mucho más cosas. ¿Si es esto lo que piensan algunos o muchos de los que convocaron la manifestación por qué razón vienen
al 15-M a solicitar apoyo?
¡Claro que el 15-M no ha inventado la democracia ni las asambleas! Pero ha significado un hecho NUEVO en el panorama social y político de este país. Ha movilizado centenares de miles de jóvenes y trabajadores, ha puesto patas arriba la cochambrosa democracia española, ha denunciado la corrupción, los mercados, las injusticias o los dramas personales de miles de familias abocadas a desahucios, inmigrantes expulsados, centros de salud que se están cerrando… ¿Es comparable lo que se está haciendo ahora con lo que hemos hecho en los últimos años? ¿No será que se critica al 15-M por haber nacido al margen de las organizaciones políticas tradicionales?
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Ahora bien, no todo es de color de rosas en el 15-M, deberíamos empezar a pensar que algo no funciona bien cuando en las últimas convocatorias ha participado menos gente (me refiero a las manifestaciones en el centro de Madrid). No todo lo podemos explicar por el “efecto vacaciones” porque en pleno agosto hemos juntado mucha más gente para otras convocatorias (la manifestación laica o la vuelta a la ocupación de la Puerta del Sol) ¿No es posible que exista cansancio de tantas convocatorias? ¿Hasta qué punto es positivo convocar un día sí y otro también sin margen para la preparación, la organización y la información de la gente? Pues una cosa son las convocatorias que hacemos en nuestros barrios para evitar desahucios o redadas, y otra muy distinta es estar convocando cuatro veces a la semana o incluso más, en Atocha, la Puerta del Sol o la calle Ferraz.
Y aquí entramos en el meollo del problema. ¿Quiénes son los que convocan? Se supone que la gente de la Asamblea de Sol. Pero ¿Por qué una sola asamblea focaliza toda la atención de los medios de comunicación, toma decisiones que repercuten en todos los barrios de Madrid o incluso en toda España, y marca los ritmos de trabajo o actividad del movimiento 15-M? ¿Es justo y democrático que quinientos o mil decidan en la Puerta del Sol por todos? ¿No tendríamos que ir hacia un funcionamiento de abajo hacia arriba, mas coordinado y en donde la asamblea de Sol tenga la misma voz y voto que por ejemplo tenemos los de Carabanchel, Tetuán, Chamberí o Vallecas?
Me parece que son preguntas que nos tenemos que hacer y que precisan un consenso. Si no abordamos estas cuestiones ahora, en el futuro se convertirán en problemas.
NOTA: Las opiniones de este artículo son estrictamente personales y no vinculan a ninguna de las organizaciones con las que colaboro habitualmente.
[Por esto se publica aqui, jivago]
Recomiendo leer encarecidamente este post de Enrique Dans: http://www.enriquedans.com/2011/09/entender-el-15m.html
Si alguien pasa por los comentarios encontrará mi opinión que no reproduzco aqui… hay que viaar por el conocimiento en la red 😉