Ayer volviendo de León parecíamos viajar en compañía, todos los coches a la misma velocidad sin sobresaltos, respetuosos, temerosos. Me recordó a los grupos de amig@s que repartidos en coches viajan juntos. Se notaba ese punto en común en tod@s los conductor@s, el miedo, el respeto o los cuidados a la temida resta de puntos.Ya antes de partir comentaban los vecinos de las últimas noticias, de que habia guardias apostados en tal o cual sitio, de que habría que ir pensando en asegurar el carnet ante la posibilidad de perderlo como consecuencia de la aplicación de la nueva ley del «Carnet por puntos».La causa del temor la campaña mediática del gobierno en los medios sobre la nueva norma y el relato de lo que resta puntos.Ayer de alguna forma se sabían tod@s infractores habituales. En una autovía un simple despiste podía hacer saltar las alarmas de helicopteros, radares móviles y fijos, coches espias, patrullas… Pasar de 120 km/h a coches que se anuncian super rapidos que se ponen en un tris en 180 km/h o mas es tan facil…
Un día despues se repitieron los muertos del fin de semana con escaso eco de la nueva norma. Despues de tanto miedo y respeto por aquello de la «inauguración ejemplar de la nueva ley» resultó que de nuevo el mismo rango de imprudentes provocó las temidas desgracias personales.
No parece que la legislación sobre el hombre vaya a corregir los defectos de un medio de transporte que permite dañar a justos por imprudentes aunque se cumplan todas las normas.
Los coches seguirán saltando barreras técnicas de aceleración, velocidad, etc y seguirá tambien difundiendose la imagen del éxito de la mano de un volante. Todo un modelo de consumo, industrias, energías, hábitos de vida, no serán cuestionados nunca, aunque se pueda demostrar fácilmente que es un medio de transporte tan impredecible y riesgoso como lo sea la energía nuclear.
Está tan ligado a nuestros hábitos que seguiremos saltando todos los límites hasta que otro consenso social sea capaz de retirar la velocidad como mérito de nuestra forma de pensar y se cambie el concepto de transporte privado por el de transporte social.