Anoche me encontré en Twitter un hilo sobre consultoría artesana #redca. De esas ocasiones en las que el nombre te llama porque toca algo de tu fibra y ese toque en esos momentos tenía además un contador de adhesiones subiendo.
Creo que me sumé impulsivamente, porque no encontré en la declaración ningún pero, ningún tropiezo, ningún reparo. Según la iba leyendo identificaba sensaciones cercanas.
Fué así como la firmé con las ideas que me parecieron mas evidentes en mi caso:
Desde que me conecté a internet con un modem de 2800 b. soy un apasionado de las relaciones cognitivas en la red. He pasado de ser un historiador a un informático, gestor de conocimiento, documentalista, editor de sitios web, integrador de recursos de IT, webmaster de mis amig@s.
La red alimenta mi conocimiento haciéndome disfrutar en la construcción de lo nuevo. He sido y soy sin proponérmelo un artesano, enganchado recientemente al rico torrente que fluye en twitter donde encontré esta declaración con la que me identifico totalmente.
Recomiendo leerla porque de ella saldrán iniciativas sin duda, y algo haré yo mismo.
La declaración
Somos profesionales que trabajamos por el cambio y la mejora de las organizaciones, un trabajo que suele englobarse bajo el término de consultoría. A esta denominación le añadimos un adjetivo que representa un atributo diferencial: hacemos consultoría artesana. Nos definimos como estructuras simples y autónomas, talleres más que fábricas donde abordamos proyectos de dimensión humana.
La consultoría artesana es una alternativa a la manera dominante de hacer consultoría que aporta nuevas perspectivas, enfoques y valores a la hora de abordar el cambio en las organizaciones. Se define, por tanto, mediante estas señas de identidad:
1. Trabajamos con las personas. El conocimiento, la ilusión y toda la energía necesaria para el cambio y la mejora residen en las personas, una a una, pero también organizadas y en equipo. Por eso, más allá de clientes, decimos que trabajamos con personas y no con corporaciones.
2. Nos gusta nuestro trabajo. Nuestra materia prima es el conocimiento, algo que no se genera con horario fijo o en espacios concretos. De ahí que no establecemos rígidas separaciones entre nuestra labor de consultoría y otras facetas de nuestra vida. Integramos nuestro trabajo como una actividad más de nuestro quehacer cotidiano.
3. Colaboramos de manera abierta. Con cada caso y proyecto generamos conocimiento, pero nuestro valor no reside en atesorarlo, ni en métodos y técnicas privativas a resguardo de clientes y de otros profesionales, sino en abrirlo a nuestra comunidad.
4. Somos red, que en buena parte se refleja y apoya en nuestros blogs y en los medios sociales en que participamos. A través de estos canales distribuimos y compartimos conocimientos, ideas e inquietudes.
5. Somos una comunidad de práctica en la que aprendemos a través de conversaciones entre iguales, cuyo fundamento no está tanto en el qué sino en el cómo.
……. Sigue leyéndolo en Consultoría artesana.